Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Como estaba programado, a las 19:30 horas dio comienzo el acto. Para nosotros es uno de los más importantes por su simbolismo, en el año 2007 comenzamos con la semana cultural y la presentación de la revista fue el único acto que contábamos.

El presidente tomó la palabra, presentó a la anfitriona e hizo un rápido repaso al amplio curriculum que Paye posee a pesar de su juventud. Intentó explicar  en qué consiste el trabajo del colectivo Latidos del Olvido (luego lo harían mucho mejor Paye y Javier Arribas).  Seguidamente habló de la parte más técnica de la revista, este año repetimos en el número de páginas (76), resaltando a los cerca de 40 colaboradores que han participado en este número, de la diversidad de artículos, etc…Pidió disculpas a aquellos que, por falta de espacio, no han podido ver sus artículos publicados.  Como homenaje y reconocimiento a todos nuestros amigos anunciantes enumeró uno a uno. Pasó la palabra a Paye Vargas que tenía preparado un sencillo discurso que reproducimos más abajo. Una vez acabada su intervención quiso que su compañero de Latidos del Olvido, Javier Arribas, continuara explicando en qué consiste el proyecto, cómo fue en Villarijo donde comenzaron y realizaron el corto «32 vecinos». (AQUÍ PUEDES VER EL CORTO)

Mientras preparábamos en el interior la sala para la proyección del citado corto degustamos un zurracapote, repartimos revistas y aprovechamos para charlar con todos los asistentes al acto. Dada la cantidad de gente que vino a la presentación y el poco espacio del que disponemos, tuvimos que hacer dos pases del corto.

(AQUÍ PUEDES VER NUESTROS COLABORADORES)

   TEXTO PREPARADO POR PAYE VARGAS SORIA

   La verdad es que cuando José María me invitó a realizar la presentación del número 8 de la revista de Sarnago la propuesta me cogió por sorpresa y no fui capaz de darle una respuesta inmediata.

     Pero de alguna manera y como componente del colectivo artístico Latidos del Olvido, me siento en  deuda con estas tierras. Entre otras razones porque fue la despoblación que atenaza muchos de los pueblos de los alrededores, el motivo de que Latidos del Olvido naciera, ya que fue en Villarijo donde desarrollamos nuestro primer proyecto de crea-ocupación.

     Este proyecto tiene mucho que ver con algo que ocurrió hace 50 años y como bien dice el presidente de la Asociación de amigos de Sarnago en la primera página de este número de la revista, supuso “la sentencia de muerte” de esta zona. La repoblación forestal hizo que los habitantes de estas tierras perdieran su modo de ganarse la vida, es decir, les obligaron a abandonar sus hogares.

     También este año se cumple el 35 aniversario del nacimiento de la Asociación que ha hecho que hoy estemos aquí reunidos. Una Asociación que trabaja por Sarnago, esta tierra de nadie y a la vez de todos. Una Asociación que lucha porque las tradiciones, la cultura popular y la identidad social de este pueblo no caiga en el olvido, pretendiendo convertir espacios ruinosos en lugares de encuentro e intercambio.

     Por experiencia propia puedo decir que se pueden hacer muchas cosas pero al final lo que permanece es lo que está escrito. Por ello, tenemos que felicitar a los responsables de la revista que hacen que año tras año vea la luz. Publicación que recoge cual anuario las actividades llevadas a cabo y un sinfín de artículos relacionados con estas tierras y sus gentes. Felicitar a la Asociación por esta semana cultural repleta de actividades interesantísimas y por todas esas otras que se llevan a cabo durante todo el año.

     Algo que me llamó poderosamente la atención la primera vez que vine a este pueblo fueron las palabras de José María quien comentó: “Sarnago es un pueblo deshabitado pero no abandonado”.

     La trayectoria artística del colectivo al que hoy represento está básicamente ligada a espacios abandonados, lugares que han sido en muchas ocasiones olvidados, espacios que un día fueron habitados y vividos y en los cuales quedan innumerables vestigios de ello. Espacios que, de algún modo, esperan a que alguien llegue para contarles lo que en ellos sucedió. Lugares que siguen vivos porque quedan recuerdos, porque aún quedan documentos que nos dicen como eran y sobre todo porque todavía quedan personas que los habitaron o hijos de hijos que lo hicieron.

     La gran suerte de este pueblo, de Sarnago, es precisamente que todos esos recuerdos, esos documentos y esos espacios nunca han sido abandonados y que gracias al trabajo de mucha gente están siendo recuperados y sobre todo compartidos con muchos que no son tan afortunados. Para todo ello, la revista que tanto esfuerzo cuesta sacar adelante es un magnífico medio de conseguirlo.

    Tampoco quiero aburridos, simplemente quiero invitar a leer la revista a los que todavía no lo han hecho y agradecer tanto esfuerzo a los que hacen que ésta sea posible.

 

Galería de fotos  de Marcos y Marimar
19/08/2015