Amplio reportaje en sorianoticias.com (30-09-2018)
» Cuando el pueblo soriano perdió su último habitante en 1979, parecía que su abandono estaba cerca. Sin embargo, en 2018 este pequeño pueblo de Tierras Altas sigue vivo, ha estrenado carretera y sus ‘hijos’ mantienen desde hace casi cuarenta años un compromiso colectivo sorprendente con su supervivencia y desarrollo.»