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Como Sarnago no tiene una iglesia románica, tampoco un palacio renacentista pero de lo que si podemos presumir es de unos atardeceres únicos. Con esta premisa nos pusimos manos a la obra y decidimos colocar, a la entrada del pueblo, esta placa donde indica la posición del sol en cada época del año. Entre el solsticio de verano y el de invierno el astro rey tiene un recorrido de 64 grados.

Para colocar exactamente los puntos donde se pone el sol contamos con el asesoramiento de Javier Sainz, que nos dio la idea gracias a un interesante artículo que publicamos en la revista Nº 4 de Sarnago, en el que habla de la importancia de las posiciones del sol en la celebración de la fiesta antigua más importante del pueblo y de muchos pueblos de la comarca: LA TRINIDAD, que coincide con la última luna llena de la primavera. (pincha aquí para leer dicho artículo).

23 de junio de 1983

Julio Llamazares, visita por primera vez Sarnago, de esta vista surgirá la inspiración para lo que cinco años después sería su novela más internacional » La lluvia amarilla«. Así describe su impresión de aquella primera visita:

Ningún lugar me ha impresionado tanto, ninguno ha entrado en mi corazón y en mi mirada como aquella imagen primigenia de Sarnago, una tarde de Junio teñida ya por el misterio y por la magia de la noche del solsticio de verano. El horizonte era un inmenso borbotón de sangre y una luz roja y desgarrada se arrastraba lentamente por los tejados y cristales de las casas.

Dentro de la semana cultural de 2017, aprovechamos para inaugurar la placa desde la que se ve “el Castillo”, castro pelendón, en toda su dimensión, y en la que se indica, por asesoramiento de Javier Sainz, por donde se oculta el sol en los equinoccios y solsticios. Detrás de ella se ha colocado una gran piedra que sirve de asiento para la contemplación de tan hermoso, como habitual espectáculo.